domingo, abril 20, 2008

-Relato basado en un sueño- Mundo desconocido...


"Finalmente llegamos a nuestras soñadas vacaciones. Habíamos ahorrado todo el año para nuestro merecido descanso, dispuestos a disfrutar y a disfrutarnos.
La primera noche dormimos muy tranquilos en la cabaña, envueltos en un extraño silencio que atravesaba las paredes, tanto que ya me incomodaba; de todas formas la noche fue placentera.
Al día siguiente nos levantamos para ir a la playa. El día era perfecto, el sol transmitía energía y nos empapaba con su fulgor…Nos fuimos acercando al mar para sentir la brisa y acomodar nuestras cosas; y fue en esos instantes que comencé con mi mal presentimiento.
Nos sumergimos al agua fría y (para mi gusto) excesivamente salada, rodeados de unos cuantos niños revoltosos, ancianas parlanchinas y adolescentes descuidados. Disfrutamos hasta el atardecer y cuando el sol comenzó a esconderse detrás de las nubes, la vimos…
…¡Sí la vimos!
Una tormenta feroz se aproximaba justo hacia nosotros formando en el mar una pared de agua negra abrumadora, que nos robaba el aliento.
El escenario era de película, toda la gente alrededor era consumida sin piedad por el remolino de la tormenta hasta hacerle crujir los huesos. Nunca voy a olvidar ese sonido.
Y fue justo cuando en medio de toda esa locura lo sentí… algo, no se que exactamente, una voz divina, mi conciencia, mi fortaleza interior, no lo se, me iluminó el alma deteniendo el tiempo frente a mis ojos y me dijo:- SOBREVIVIREMOS, solo él y vos así, que ten calma.
En ese preciso momento, guiada por un instinto ajeno a mi voluntad, tomé a mi compañero de la mano y lo subí a una tabla que pasó cerca mio por el agua…
Solo hasta ahí recuerdo. Supongo que la travesía fue cruel porque despertamos malheridos. Miramos a nuestro alrededor pensando encontrar gente muerta, destrozos, llantos, etc.; pero nada de eso ocurrió. Estábamos en un espacio claro, sin comienzo ni final, solos, suspendidos en una paz absoluta, sintiendo el mayor éxtasis de nuestras vidas. Y esa voz que me había salvado, salió de adentro mío como un humo blanco enceguecedor y en menos de un pestañeo nos llevó consigo al otro lugar… el suyo.

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Acá concluye mi relato, lo que paso después, y lo que vivo ahora no se los puedo dar a conocer, solo se los podré contar el día que estén preparados y dispuestos a venir aquí conmigo, para dejar de soñar y empezar a vivir realmente".

martes, abril 15, 2008

-Conexiones entre el etnógrafo y el cronista-

Conexiones entre el periodista y el etnógrafo:

Tanto el cronista como el etnógrafo inician su viaje hacia diferentes paisajes, culturas y lugares. El objetivo de ambos es recoger información para plasmarla en sus respectivos ámbitos.
El etnógrafo tiene su mirada dirigida hacia la comunidad científica, por eso no intenta adentrarse en recursos literarios para que no se pierda el foco de su investigación. El cronista por su parte tiene un desafío doble, por un lado ahondar en una determinada temática para informar a la comunidad y por el otro llegar a ellos, poder capturar su atención. Por esto mismo se vale de sus herramientas literales más sagaces según cual sea su estilo, para movilizarnos y deleitarnos con una buena construcción del lenguaje, y hacernos sentir y recrear sus vivencias.

“Los etnógrafos necesitan convencernos no solo de que verdaderamente han “estado allí” sino de que de haber estado nosotros allí, hubiéramos visto lo que ellos vieron, sentido lo que ellos sintieron, concluido lo que ellos concluyeron…”
Clifford Geertz.

Vivencias… Esto mismo es la conexión de ambos, ellos desean que el mundo sepa que “han estado allí”. Allí viviendo, allí conociendo, allí aprehendiendo. En síntesis… Invitándonos a conocer su visión del mundo desde las dos perspectivas: la científica y la humana.



domingo, abril 13, 2008

-Citas de viaje- Reflexiones..

Conocimiento

“La reflexión es un viaje a través del lenguaje: sumergirse en textos sedimentados en el pozo de la memoria, tender puentes entre discursos incomunicados; el discurso reflexivo es posada o prisión - detención provisional o definitiva - pero sobre todo laberinto”
Jesús Ibáñez, “Más allá de la sociología”

Cuantas veces viajamos sin necesidad de trasladarnos físicamente… Lo maravilloso de este tipo de viajes es que lo podemos compartir y plasmar a través del lenguaje. Hacemos autorreflexiones de nuestras vivencias, de nuestros pasados, con la nostalgia de ya haberlos vividos… de habernos separado de ellos. Recuerdos que muchas veces abruman y que otras nos hacen recordar que hemos recorrido un largo camino y que en este mundo estamos para esto: para caminar, solos o acompañados, pero caminar.
¡Que privilegio aquellos que viven y que lo pueden compartir con sus pares! Esos grandes autores que nos hacen sentir lo que han sentido al adentrarse en los oscuros laberintos – muchas veces sin salida- de sus memorias.


El tiempo en el viaje

“Soportar el tiempo del viaje. Hay un primer momento, gozoso, en que se logra romper del tiempo la continuidad inconmovible: viajando de Hong Kong a Londres, mi diez de noviembre de 1991 tuve treinta y dos horas, y otras veces he tenido días de quince o de veintinueve. El tiempo, entonces, se estira suavemente o se contrae, pierde esa majestad de mármol que es su bien más monstruoso: se hace muy ligeramente falible. Pero, una vez salvado ese tropiezo, el tiempo del viaje se vuelve un modelo a escala y despiadado del tiempo de una vida: hay un límite más o menos cercano, todo debe ser hecho en el apretado espacio de equis días pero, en este caso, el límite es explicito, se lo conoce de antemano. El viajero es siempre un condenado, y el tiempo y su desliz se vuelven aún mas angustiosos y aparece – se me aparece – la obligación de aprovechar a ultranza todos los momentos. Y todos los espacios: en tanto lugares, obscenamente la certeza de que uno nunca volverá a ese lugar. Modelo vergonzoso del aprovechamiento”.
Martín Caparrós, “Larga distancia”

Lo mismo sucede con la vida del ser humano, con su caducidad, Esta cita me llevó a recordar todos esos momentos íntimos, en los que disfruto del silencio exterior y de mi charla interior y me hago preguntas ancestrales como ¿Por qué estoy acá? ¿Para qué? … Y me doy cuenta de que todas esas preguntas me atacan y me angustian por una simple razón: el tiempo. Ese factor condenante de la vida, el más adultero y sagaz. ¡Que diferente serían las cosas si el tiempo no cronometrara nuestras acciones! No temeríamos a la muerte ni al error porque tendríamos infinitas posibilidades de remediar todo, de aprender y de hacer las cosas cada vez mejor.
El tiempo nos lleva a querer aprovechar todas las situaciones. ¿Quien no ha apurado las vivencias - incluso hasta hacerlas sin pensar en sus consecuencias - por el trote infernal del tiempo? El deseo de falso aprovechamiento nos estremece la piel cuando en momentos claves reconocemos el paso del tiempo… ver a una persona que hacía años no veíamos, cumplir años, sentir que los años pasan volando… Y lo mismo sucede con los viajes: como viajeremos estamos en todo momento estamos reparando en sacarle el mayor jugo posible a nuestros destinos.


Sin nombre

“Pero Marlow no era un típico hombre de mar (si se exceptúa su afición a relatar historias), y para él la importancia de un relato no estaba dentro de la nuez si no afuera, envolviendo la anécdota de la misma manera que el resplandor circunda la luz, a semejanza de uno de esos halos neblinosos que a veces se hacen visibles por la iluminación espectral de la claridad de la luna”

Joseph Conrad, “El corazón de las tinieblas”


Por más interesante que pueda ser una experiencia de viaje si ésta no esta adornada de un buen relato, de nada va a servir. El don de la escritura es un arma de doble filo: por un lado te aproxima a vivencias, por otro te lleva a mundos que uno adopta como reales pero en realidad estos solo se circunscriben al mundo de la fantasía del autor. Aunque después de esta oración anterior me detengo y pienso: de cualquiera de las dos formas es provechoso… ¿Por qué? Por que relatos maravillosos nos despegan de la realidad patética y mundana en la que estamos inmiscuidos día a día sin saber como exorcizarnos… Ese traslado al otro mundo nos permite descubrirnos como seres todopoderosos en donde hoy podemos ser piratas del mediterraneo, en un rato colonos americanos, y dentro de dos horas reyes de los más grandes imperios. Y todo esto debido al sencillo exterior de una simple nuez…








sábado, abril 12, 2008

-Experiencia significativa de viaje- Descubriendo lugares..

Experiencia significativa de viaje:

Una experiencia significativa de viaje que tengo para contar es justamente la de mi último viaje de este verano.
Fuimos con mi mamá y mi hermano a San Salvador de Bahía, al Norte de Brasil. Esperaba encontrarme con playas de mar cálido, agua transparente, arena clara, cocos… Pero no fue así, no solo me encontré con estas cosas si no que descubrí una ciudad encantadora, riquísima en su historia. El paisaje urbano parecía sacado de algún cuadro pintoresco por lo bien conservadas que estaban. Incluso había Iglesias del año 1600, construidas por los colonizadores, intactas, que todavía reflejaban el fulgor de sus primeros años.
A propósito de las Iglesias, esa ciudad es el auge del catolicismo y eso esta muy reflejado en absolutamente todos sus rincones que dan un cierto misticismo que eriza la piel de cualquier extranjero.
En la plaza central hay un busto de uno de los colonizadores que por mala fortuna llego a una de las islas de Bahía, habitada en ese entonces por caníbales… Imaginen su triste final.
El viaje tuvo sus idas y vueltas, hacia muchos años que no viajaba con mi familia, pero la oportunidad de acercarme a una cultura tan distante me incentivó para realizar este viaje, que vale la pena recomendar.


viernes, abril 11, 2008

-Experiencias de lectura y escritura-

Experiencias de lectura y escritura:

Leer y escribir. ¿Que haríamos sin el medio de comunicación de la escritura? En mi corta existencia he aprendido a leer y a adentrarme en un montón de mundos y sensaciones, aquellos a los que un buen libro te transporta. Me encantan las novelas históricas porque me hacen ver que a pesar de ser situadas – en algunos casos – hace muchos siglos atrás, las problemáticas de los hombres son mas o menos las mismas. Pasión, desencuentros amorosos, guerras, corrupciones, etc., etc., etc. Son todas temáticas que uno vive diariamente ya sea porque las experimenta o porque las ve a su alrededor. Lo interesante de estas novelas es que como se desenvuelven los conflictos en lugares tan lejanos y con costumbres tan diferentes, puedo olvidarme de mis propias cosas y de mi mundo de hoy y observarlos a la distancia. Como una intrusa que nada tiene que ver con la situación. Como con una mirada omnisciente sin necesidad de salir herida en el intento. Y así es que me puedo pasar horas y horas en historias ajenas de hace muchos años atrás.

En cuanto a la escritura nunca lo he practicado de forma sistemática como creo que lo voy a poder hacer en este taller y los que se avecinan. Sí he tenido muchos intentos, pero cuando veo releo lo que escribo no me gusta. La escritura es un espejo sincero que muestra todas las manchas marcas del cuerpo y de la piel. Creo que no estaba preparada para eso. Pero con esta posibilidad de estudio estoy dispuesta a mirar a mi interior, sin miedos, con el simple orgullo y ganas de conocerme y ¡por que no!, dejar que otros me conozcan. Por que por más que uno escriba ficción o una crónica que nada tiene que ver con nuestra vida diaria, siempre, en todo lo que uno escribe esta poniendo su visión del mundo.

jueves, abril 10, 2008

Para arrancar..


“Supongo que pondrán estatuas de mi persona en las plazas, y habrá calles y ciudades con mi nombre, como las habrá de Pedro de Valdivia y otros conquistadores, pero cientos de esforzadas mujeres que fundaron los pueblos, mientras sus hombres peleaban, serán olvidadas”.


"Inés del alma mía".

Les acerco el titulo de este libro de mi autora preferida, Isabel Allende, para que si tienen la oportunidad puedan disfrutarlo tanto como yo lo he hecho.
En el mismo se narra la historia -basada en hechos reales- de Inés Suárez quien deja la comodidad de España para aventurarse en la travesía de la conquista del actual territorio chileno. Muestra los hechos desde la visión de una mujer que deja todo por un amor y por la conformación de una nueva comunidad, la que defiende a sangre fría, y que tiene el fin de revindicar a las miles de mujeres que en ese capítulo de la historia como en tantos otros acompañan a los hombres en sus heroicas tareas, haciéndolas posibles.
Es para deleitar la imaginación y estremecer los sentimientos, haciendo una reflexión acerca de ir en busca de nuestros sueños y deseos sin dudar, con el simple y arriesgado accionar, sin darle lugar a los miedos y restricciones que puedan aparecer en el camino...